El Museo de Pontevedra entrega a Polonia los dos cuadros robados por los nazis, que ya están camino de Poznan
La representante del Gobierno polaco y el vicepresidente de la Diputación provincial César Mosquera firmaron hoy formalmente el acta de la restitución
25/01/2023
Los cuadros de la Mater Dolorosa y del Ecce Homo identificados como provenientes del expolio nazi y localizados en el Museo de Pontevedra ya fueron entregados a Polonia. La Diputación de Pontevedra, a través de su vicepresidente César Mosquera, firmó el acta oficial y hizo entrega el miércoles 25 de enero ambas piezas a las representantes del Gobierno polaco, culminando así la restitución gratuita en un proceso cualificado como “ágil”, “modélico” y “ejemplar” para todo el mundo.
En el acto estuvieron presentes a presidenta de la Diputación, Carmela Silva, el vicepresidente y responsable del Museo César Mosquera, el director del Museo Xosé Manuel Rey, la directora del Departamento de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de la República de Polonia, Elzbieta Rogowska, así como el letrado polaco Miquel Bordas Prószynski, junto a personal técnico de ambas instituciones. Dio fe de la entrega el secretario provincial Carlos Cuadrado.
Los cuadros, situados en una instalación efímera y específica para que habían podido ser contemplados por la ciudadanía en el Museo de Pontevedra en los últimos meses, han salido a Polonia con permiso de exportación concedido por la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura español. Allí serán recibidos en depósito en el Museo Nacional de Poznan y trasladados al castillo de Gołuchów - de donde habían ido sustraídos- una vez finalice su rehabilitación a principios del próximo mes de marzo.
El díptico flamenco localizado en el Museo de Pontevedra es parte de las 700 piezas expoliadas de la Colección Czartoryski en Gołuchów por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta ahora el gobierno polaco solo pudo recuperar otra pieza de esta misma colección, un crucifijo de esmalte de Limoges que fue encontrado en la basura y entregado al gobierno por una persona anónima.
Las pinturas localizadas en Pontevedra supuestamente salieron de Varsovia en 1944 y reaparecieron en el comercio de arte de Madrid en 1973, desconociendo cuál fue su historia durante ese lapso de tiempo. Ingresaron en el Museo de Pontevedra como depósito del coleccionista José Fernández López y, desde 1994, son propiedad de la institución provincial trala compra de su colección (313 pinturas de autores y cronología diversas). El más probable es que habían sido adquiridas por Fernández López en alguno de los establecimientos de la familia Maragall, la Sala Parés de Barcelona o la Galería El Cisne de Madrid, de las que era cliente habitual.
El díptico estuvo atribuido inicialmente al pintor holandés Dieric Bouts (Ca. 1420- 1475), principal representante de la Escuela de Lovaina, pero finalmente se aclaró que fue pintado por alguien de su escuela o grupo.
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