El Arzobispo Malvar y la Semana Santa de Pontevedra. La concordia del pleito de las golillas

14/04/2011
museo de pontevedra

Entre los valiosos y numerosos fondos que conforman el Archivo documental del Museo de Pontevedra, destaca un importante documento para la historia de nuestra Semana Santa, la “concordia del pleito de las golillas”, correspondiente a la colección Sampedro, 27-13.

Este litigio, comenzó en 1774 a instancia de Pedro Manuel Miranda, Conde de San Román, y supuso el enfrentamiento entre la Casa de San Román, la Congregación de la Misericordia y el Ayuntamiento, a causa del tejido del traje de golilla que vestían en la Procesión del Jueves Santo el representante de la Casa de San Román y el Mayordomo de la Congregación de la Misericordia.

Todo comenzó a raíz de que el Conde de San Román reclamase, por la vía judicial, el derecho en exclusiva de ser el único en poder utilizar, en la Procesión del Jueves Santo, traje de golilla confeccionado en tela de seda, negando este derecho al Mayordomo de la Congregación de la Misericordia, al que quiso imponer el uso de este traje confeccionado en tela de holandilla.

El pleito de las golillas ha sido el de mayor alcance, trascendencia y duración cronológica de todos los que han ocurrido en la Semana Santa pontevedresa, dando lugar a severas controversias en los momentos previos a la salida de la Procesión. Aunque la justicia ordinaria trató de dar, por todos los medios posibles, una solución al conflicto, esta nunca se logró, y a pesar de las distintas resoluciones promulgadas por la Real Audiencia de Galicia, los incidentes se repetían cada año.

En vista de que no se daba alcanzado un acuerdo que apaciguase los ánimos de las partes implicadas, en 1792, el Arzobispo Malvar decidió intervenir directamente. Para ello, el 28 de febrero, reunió en su Palacio de Salcedo a una representación de la Congregación de la Misericordia junto con otra del Ayuntamiento y el Conde de San Román, para proponer una serie de argumentos con los que se logró poner fin a 18 años de disputas, puesto que, lo que había comenzado por la distinción en el tipo de tejido del traje, acabó llevando a otras cuestiones.

Entre los puntos estipulados por el Arzobispo Malvar en la concordia se establece que el Ayuntamiento debía dirigir un escrito el Martes Santo a la Congregación de la Misericordia para que tuviesen todo dispuesto de cara a su participación en la Procesión, debiendo dar esta una respuesta afirmativa a Alcaldes y Regidores. Al mismo tiempo establece que la Congregación concurriese en la Procesión con una representación integrada por el Mayordomo y seis Diputados, en lugar de los ocho Diputados con los que asistía anteriormente. Por último, obliga al Conde de San Román a vestir traje de golilla confeccionado en tela de holandilla, reservando el derecho de vestir traje de seda al Mayordomo de la Congregación.

Con la firma de este texto propuesto por el Arzobispo Malvar, las partes alcanzaron un acuerdo común que permitió que la Procesión del Jueves Santo pudiese volver a celebrarse con total normalidad, teniendo plena vigencia lo estipulado en el documento hasta la disolución, en 1835, de la Congregación de la Misericordia.

José Luis Ageitos Míguez

Gabinete Didáctico del Museo de Pontevedra