Las experiencias y los debates en el Encuentro de Conservación y Restauración revelan la importancia creciente de las salas de reserva en los museos

Las diez conferencias y tres coloquios del encuentro desarrollado los días 24 y 25 de noviembre ofrecieron perspectivas muy diferentes sobre cómo diseñar y gestionar los espacios de almacenamiento de fondos culturales.

25/11/2022

Encontro de Conservación e Restauración

El Museo de Pontevedra reunió los días 24 y 25 de noviembre personas expertas, profesionales de museos y empresas de restauración y estudiantes en el XI Encuentro de Conservación y Restauración, con participantes y asistentes de España, Portugal, Países Bajos y Francia. Diez conferencias y tres coloquios permitieron conocer nuevas experiencias en materia de diseño y gestión de las salas de reserva y reflexionar y debatir sobre la importancia de la conservación preventiva.

El director del Museo, José Manuel Rey, presentó el encuentro destacando la importancia de eventos como este: “solo a través de la discusión y análisis crítica es posible que la toma de decisiones sea más informada, responsable y sostenible”. Sobre la materia que se trató en el encuentro destacó que “en los últimos años emergieron algunas iniciativas pioneras que marcan el camino en las salas de reserva”, y que se pudieron conocer a lo largo de las sesiones de estas dos jornadas.

Jueves por la mañana: el diseño de las salas de reserva

Las sesiones del jueves las abrió Lidia Font Pagès, responsable de Conservación preventiva y restauración del Museu d'Història de Barcelona, que presentó la reorganización de las salas de reserva del museo barcelonés. “Después de reorganizarlas venimos que nuestras colecciones son más accesibles”. Defendió un modelo en el que las salas de reserva y el museo sigan siendo un único proyecto.

Irene Cárdaba explicó el modelo del Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa, Gordailua, en el que se conservan los fondos de varias colecciones públicas y privadas de la provincia. “La gestión compartida permite hacer una lectura integral de las colecciones. Por ejemplo, existe un acuerdo entre los propietarios mayoritarios en el centro para evitar duplicidades en las nuevas adquisiciones”, señaló Cárdaba.

Maite Barrio, directora de Albayalde Conservatio, puso sobre la mesa los diferentes modelos que siguen actualmente museos e instituciones de toda Europa en el diseño de salas de reserva y explicó las claves para una correcta toma de decisiones: “tener en cuenta tres factores: el proyecto conceptual (qué quiero, para qué, con quién quiero hacerlo y cómo puedo abordarlo); el continente (el entorno, el edificio y los espacios funcionales); y las colecciones (análisis cualitativo, análisis cuantitativo y capacidad de ocupación).

Bart Ankersmit, investigador sénior de la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos (Rijksdienst voor het Cultureel Erfgoed), ejemplificó en los proyectos de su país cuales deben ser las consideraciones previas a la creación de un área de almacenaje de bienes culturales. Frente a orden de la toma de decisiones clásica en la construcción de un depósito, que comenzaba con el diseño del edificio por el arquitecto, Ankersmit destacó que “en la actualidad el punto de partida es la colección, alrededor de ella creamos el mobiliario y alrededor del mobiliario creamos el edificio”.

Jueves por la tarde: la gestión eficiente de las colecciones

A sesión vespertina arrancó con la experiencia en la gestión de colecciones en sala de reserva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Entre los aspectos en los que puso la tilde a jefa de almacén de obras de arte, Pureza Villaescuerna, está el riesgo de pérdida involuntaria por movilidad: “En el Reina Sofía realizamos unos 11.000 movimientos de obras de arte al año, una media de 44 al día. Para minimizar este riesgo es importante la revisión del inventario, contar con un protocolo de marcaje y un sistema de control de cambios de localización (códigos de barras)”.

Y la jornada se cerró con la intervención de María José Gracia Tarragona, coordinadora de conservación preventiva del Centre de Restauració de Béns Muebles de Catalunya. En esa comunidad se desarrolla un proyecto de implantación del método RE ORG, una opción sostenible para la gestión de las reservas, especialmente en museos pequeños y medianos. “El método RE ORG es un esfuerzo de sistematización y normalización que se descompone en cuatro fases: creación del equipo, análisis de la reserva, planificación del proyecto y ejecución”, señaló.

Viernes por la mañana: más experiencias

A sesión del viernes comenzó con una visión diferente a la de los museos e instituciones; Alberto Lorenzo Mitexelena, director general de EUN Group explicó cómo trabaja esta empresa especializada en mobiliario de almacenaje, con soluciones específicas para salas de reserva. Subrayó que “cuándo se entiende que uno de las grandes labores de un museo no es solo la de compartir cultura, sino sobre todo la de protegerla y custodiarla, la conservación de las colecciones adquiere un protagonismo especial”.

A continuación, José Ángel Palomares, jefe del departamento de Conservación e investigación del Museo de Málaga, presentó la experiencia de cómo se diseña y cómo funciona un almacén de un museo cuando está abierto al público. Es el caso de su museo, que desde 2016 cuenta con un depósito de arte visitable.  La política de este espacio se basa en cuatro principios: “presentación ágrafa de fondos museológicos, seguridad de los fondos y del público, presentación de colecciones ordenadas por secciones y conjuntos y seguridad de colecciones ante deterioros voluntarios o involuntarios”.

Hélène Anton, conservadora a cargo de las colecciones arqueológicas del CCEL (DRAC Grand Est, de Francia), explicó cómo se gestionan las colecciones arqueológicas en el Centro de Conservación y Estudio de Lorraine. Sus instalaciones se sitúan junto a la Casa de la Arqueología y el Patrimonio (MAP) y conjuntamente forman el proyecto PRIAM, que quiere “tratar la arqueología de manera conjunta y coherente, desde la excavación hasta la reserva y los museos”.

El encargado de cerrar el encuentro fue el director del MARQ, Museo Arqueológico de Alicante, Manuel Olcina. Explicó la evolución de su museo y cómo se organizan las salas de reserva en su edificio actual, tanto en el que respeta a la distribución de los espacios como al material empleado y los sistemas de gestión y de vigilancia. La falta de espacio para la ampliación de fondos en el museo hace que se pongan sobre la mesa las opciones de buscar almacenamiento exterior y de expurgar fondos, “pero expurgar es un problema porque según la legislación esa decisión le corresponde al responsable de la excavación”. 

El evento, organizado por el Museo y la Diputación de Pontevedra en colaboración con la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Galicia, se completó con dos visitas: una a la colección permanente en el Edificio Castelao y otra al convento de Santa Clara, que se convertirá en breve en el séptimo edificio del Museo.