Museo de Pontevedra

El 2 de junio de 1911 fallecía a los veintiún años, en su casa familiar de la pontevedresa calle Don Gonzalo, el prometedor dibujante Enrique Campo Sobrino.

Fue un artista muy prolífico del que el Museo de Pontevedra custodia actualmente más de medio millar de dibujos y acuarelas, la mayoría de ellos procedentes de la generosa donación realizada por su madre y hermanos, en agosto de 1929, así como de la Colección Sampedro Folgar. Muchos de estos originales, en los que destaca la ejecución minuciosa y detallista, se incorporaron también con los fondos provenientes de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, precedente directo de nuestro Museo. Precisamente, el acta necrológica del artista, fechada el 2 de agosto de 1911, es la última leída en una junta de la Sociedad, constituyendo un símbolo de lo que su falta significó para esta.

Enrique Campo Sobrino había nacido en Pontevedra el 21 de septiembre de 1890. Perteneciente a una familia acomodada de hondas vinculaciones intelectuales y artísticas en la que destacan, entre otras, las figuras de su hermano, el escultor Fernando Campo Sobrino (1886-1955), su primo Carlos Sobrino Buhigas (1885-1978), y su tío, el famoso pianista Carlos Sobrino Rivas (1861-1927). Desde niño muestra unas excepcionales aptitudes para el dibujo, las cuales serán animadas en un primer momento por la pintora pontevedresa Carmen Babiano Méndez Núñez (1852-1914) y, posteriormente, por Federico Alcoverro López (1879-1916), Catedrático de Dibujo en el Instituto de su ciudad natal desde 1903.

Su corta biografía estará marcada por su vinculación a la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, donde se inicia en la práctica del dibujo arqueológico, faceta que será fundamental en su producción artística. Como dibujante oficial de la Sociedad Arqueológica, de la que había sido nombrado Socio de Mérito el 31 de diciembre de 1906, realizó cientos de minuciosos dibujos y apuntes de petroglifos, aras, edificios singulares, escudos, monumentos, etc. Esta colaboración fue especialmente intensa durante el año 1909 al ser nombrado Delegado de la Sección Arqueológica de la Exposición Regional de Santiago para la que, acompañado del grabador y azabachero compostelano Enrique Mayer Castro (1861-1931), realiza un viaje durante el cual efectúa una amplia catalogación gráfica de los monumentos de la provincia de Pontevedra.

En octubre de 1909 se traslada a Madrid donde alterna un trabajo burocrático en la Compañía de Tabacos con sus estudios artísticos. En diciembre de ese año, durante uno de los habituales paseos que aprovecha para dibujar en las afueras de la ciudad, descubre cerca del Puente de los Franceses, en la Bombilla, un ara romana (que hoy custodia el Museo Arqueológico Nacional), la primera hallada hasta entonces en la capital, y tras realizar un preciso dibujo de la pieza y tomar apuntes de la inscripción, da cuenta del hallazgo a José Ramón Mélida y Alinari (1856-1933). Este acontecimiento le abrirá las puertas de los círculos eruditos madrileños y supondrá su nombramiento, el 5 de febrero de 1910, como Correspondiente de la Real Académica de la Historia. Meses después comienza a padecer los síntomas de una irreversible enfermedad que le lleva a la tumba frustrando una prometedora carrera.

Bibliografía

FILGUEIRA VALVERDE, J., “Dibujos del Museo. El recorrido arqueológico de Mayer y Enrique Campo en 1909” en El Museo de Pontevedra, t. III. Pontevedra, 1944, pp. 157-171; FILGUEIRA VALVERDE, J., “Don Casto Sampedro y su Sociedad Arqueológica” en El Museo de Pontevedra, t. V. Pontevedra, 1948, pp. 16-67; Enrique Campo y sus precedentes, Pontevedra. Museo de Pontevedra, 1988; Enrique Campo, Pontevedra, Deputación Provincial de Pontevedra, 1989; Os debuxantes da “Sociedad Arqueológica de Pontevedra”, Pontevedra, Deputación Provincial de Pontevedra, 1995; VALLE PÉREZ, J.C., “El contexto intelectual pontevedrés” en Cancionero musical de Galicia, A Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2007, pp. 19-48.

Mª Ángeles Tilve Jar

Conservadora del Museo de Pontevedra